Las batallas de Claro en el mercado latinoamericano
Fuente: elmercado.mx
México. Carlos Macías Richard. América Móvil anunció este miércoles que completó un acuerdo previo para hacerse del 100% de Digicel en Honduras. En reciprocidad, la compañía mexicana desinvierte la totalidad de acciones de su filial Claro en Jamaica, y las traspasa a Digicel.
América Móvil se ha concentrado en el mercado latinoamericano y caribeño, pero ha excluido al angloparlante. La salida de Jamaica es consistente con su estrategia. De hecho, la pequeña cabeza de playa que América Móvil mantenía en el Caribe inglés obedeció a un movimiento circunstancial, cuando en el 2007 tomó la oferta que puso en la mesa nada menos que la competidora directa de Digicel: Oceanic Digital.
Digicel es una de las compañías emblemáticas nacidas en el Caribe inglés, en Jamaica, en el 2000. Lo relevante para el grupo de Carlos Slim es que, al parecer, desde nuestro punto de vista, Digicel también habrá de liquidar en un futuro próximo los dos únicos enclaves que mantiene en Centroamérica (El Salvador y Panamá) y es posible que acepte transferirlos–según decidan los reguladores- a América Móvil (Claro) o, bien, a la acérrima competidora de ésta: Telefónica de España (Movistar). Por lo pronto, el gobierno salvadoreño se mantiene renuente a la idea de aceptar una mayor concentración de Claro-América Móvil en ese país.
Como resultado de esta operación, la compañía Digicel se hará fuerte en adelante en el Caribe inglés, y mantendrá su influencia en todas las Antillas menores y en Guyana (mantiene suscriptores en 32 entidades).
Centroamérica
Hace seis años estuvimos en Tegucigalpa, y apreciamos cómo America Movil integraba a su red una compañía local de cierto prestigio y con buenas instalaciones en la capital hondureña (Megatel), para sumarla al proyecto empresarial de Claro en Centroamérica. Encadenadas a Claro, América Móvil fue adquiriendo las empresas dominantes de Centroamérica, algunas de origen estatal.
Así ocurrió en el 2004, con Enitel, la telefónica mayor de Nicaragua, y con CTE, la respectiva de El Salvador. En tanto que a Telgua, de Guatemala, la recibió Claro, indirectamente, de Telmex (que la había adquirido en el 2001), y extendió desde Guatemala, a nivel centroamericano, el servicio de internet por banda ancha: Turbonet.
Con el paso de los años, a esa red multinacional resultante (Claro), se han ido enlazando las redes conjuntas de Guatemala, Nicaragua, El Salvador y, más recientemente, vía licitación de espectro, los mercados de Panamá y Costa Rica.
Algún día se recuperarán con detalle cada una de las batallas de la lucha sin cuartel que han sostenido por el mercado latinoamericano, de modo callado, América Móvil (Claro, Comcel, Telcel, Telmex) y Telefónica (Movistar, Vivo).
Ambas se enfrascan por estos meses en su enésima batalla (Costa Rica), una vez que obtuvieron espectro para proporcionar el servicio este año y competir de inmediato y, ante todo, con la compañía estatal, que -por cierto- es una de las que gozan de mejor crédito en América Latina: el Instituto Costarricense de Electricidad, ICE (Kolby, compañía celular).
Las inversiones de Claro y de Movistar en Costa Rica deberán materializarse en breve en cobertura inalámbrica, si es que desean tomar ventaja en un terreno, de por sí, con alta competencia. Allí la batalla será por el orgullo corporativo, más que por alta perspectiva de crecimiento y rentabilidad. El que gane, probablemente tomará ventaja en el ajedrez del cada vez más integrado mercado centroamericano.
Sudamérica
Como se recordará, con base en el útil aprendizaje en Brasil, América Móvil decidió –a mediados de la década del 2000- ir extendiendo en el continente aquel logo rojo que se forjó con sangre, sudor y lágrimas en las tierras norteñas cariocas, a través de las sucesivas adquisiciones regionales (Americel, BCP, Tess, etc) y que se plasmaron (a partir de 1997) en lo que hoy es la identidad de América Móvil en el continente: Claro. Podría decirse que, ahora, a los consumidores latinoamericanos les queda “claro” que la batalla es entre dos gigantes: Claro versus Movistar (Vivo, para Brasil).
Al parecer, está definido el predominio de cada empresa de telefonía celular en algunas de las más valiosas regiones: en México y en Colombia (en favor de América Móvil), y en Venezuela y Chile (de Movistar). La verdadera batalla entre ambas se ha desarrollado en países de alto crecimiento anual, como Brasil, Argentina y Perú, con resultados hasta ahora –digamos- mixtos.
En estos casos, el esquema de competencia se ha dado a partir de la adquisición sucesiva de pequeñas empresas (incluso de tv cable y satelital), ante el predominio inicial de Movistar. La más recurrente de las estrategias ha sido emplear la sinergia de la televisión por cable o satelital, como base de una plataforma para ofrecer paquetes de triple play. El esfuerzo mejor acabado de América Móvil, que ahora busca consolidar con NET, Embratel (telefonía fija) y Claro, ha sido Brasil.
En Brasil, los tres principales competidores son (en ese orden): Telefónica (Vivo), TIM y Claro. Del 2008 a la fecha se ha presentado una cerrada disputa por los suscriptores, pero el porcentaje de participación se ha desplazado con excesiva lentitud: Vivo tenía el 29.84% del mercado en el 2008, y acaba de registrar 29.61% en octubre del 2011. TIM tenía 24.17% en el 2008 y ahora roza 26%. Claro tenía 25.71% y ahora tiene 25.20.
Ninguno ha descendido en términos absolutos; muy al contrario, cada uno ha sumado casi 20 millones de nuevos suscriptores. Respectivamente, el primero consignó, en octubre del 2011, 68 millones de suscriptores, el segundo 60 y el tercero 58. La tendencia cerrada se ha complicado para América Móvil, en virtud de la participación accionaria que Telefónica de España tomó en el 2010 con Telesp, por ejemplo, y su nexo natural con TIM.
Por otro lado, América Móvil adquirió las operaciones de la italiana TIM-Perú en el 2005, con cerca de 1 millón 200 mil suscriptores; y ha logrado sumar un promedio anual de millón y medio de abonados. De modo que a septiembre del 2011 reunía ya casi 11 millones. Envidiable nivel de crecimiento.
Chile, en cambio, es el país donde América Móvil encontró muy resuelta la cuota de mercado, la alta penetración, y prácticamente inició prescindiendo de redes propias. Empezó de cero, empleando las inversiones base de Telmex, como principal vehículo. Se valió de la tecnología de propagación de señal Wi Max y, trabajosamente, en el 2008 reunía el 18% del mercado, ante el 39% de Entel y el 43% de Movistar. Luego de invertir demasiado, comparativamente, en el 2011 apenas ha ascendido al 23%, ante el 35.6% de Entel y el 41.4% de Movistar. Si es sólo por disputar a Telefónica un terreno que le parecía propio, está bien. Pero el ritmo de crecimiento ha sido notablemente menor, si se compara con Perú, Argentina y Colombia. Claro se ha tomado muy en serio a Chile, por lo que en abril anunció una inversión de 2 mil millones de dólares para los próximos cuatro años, con lo que espera seguir aumentando redes, cobertura y, ante todo, cuota de mercado.
La historia ha sido un poco distinta en Argentina, donde desde hace cinco años, luego de la adquisición de CTI (una operadora interesante, con problemas de insolvencia), América Móvil-Claro (asimilando a Telmex) ha logrado notable crecimiento. Ha pasado de siete a 20 millones de suscriptores (incluyendo a Paraguay y a Uruguay), ante la pasmosa consolidación de Movistar que, luego de partir desde una posición ampliamente dominante, en la actualidad suma 22 millones y medio de suscriptores.
Además de Telcel, que es la empresa originaria de América Móvil, con 68 millones de suscriptores, siempre debe destacarse a Comcel, una de las entidades de mayor valor para la multinacional, por la alta consistencia de sus operaciones y de sus resultados. Esta operadora colombiana alcanza hoy 31 millones de suscriptores. En su momento, 2006, América Móvil pugnó también por adjudicarse la empresa estatal de telefonía fija (Telecom), pero el concurso lo ganó Telefónica y ésta adquirió el 52%, en una sociedad compartida con el gobierno colombiano. América Móvil corrió con suerte. En la actualidad, el pasivo de pensiones en Telecom continúa siendo el mayor freno para la sociedad controlada por la empresa española.
Con información de: América Móvil, Telefónica, Digicel y ANATEL (Brasil).